sábado, 21 de mayo de 2011

Soldados sirios se enfrentan a manifestantes


BEIRUT .- Miles de sirios inundaron las calles del país, desafiando una represión gubernamental que pese a su severidad no ha podido aplastar un levantamiento de dos meses contra el régimen autoritario del país. Activistas de derechos humanos dijeron que las fuerzas de seguridad abrieron fuego, matando a por lo menos 27 personas, incluido un niño de 10 años.

La gran participación de manifestantes y la nueva respuesta mortal del régimen constituyeron la señal más reciente de que el conflicto pueda llegar a un estancamiento peligroso, en el que ninguna parte pueda inclinar la balanza a su favor. Las fuerzas de Bashar Assad han usado tanques y francotiradores, y han realizado cientos de detenciones para acabar con la revuelta, pero los manifestantes siguen enfrentando a las fuerzas de seguridad.

Grupos defensores de los derechos humanos dicen que más de 900 personas han muerto en choques y allanamientos desde mediados de marzo.

Los manifestantes insistieron en que su movimiento crecía y en que no se doblegarán.
"Nosotros, como jóvenes activistas, tenemos mucho optimismo", dijo un organizador de las protestas en la capital, en la que se realizaron por lo menos cuatro manifestaciones distintas el viernes -un aumento significativo respecto de los actos recientes en Damasco, en el corazón del poder de Assad.

Como la mayoría de los manifestantes consultados por The Associated Press, pidió que su nombre no se revelara, por temor a represalias gubernamentales.

Assad ha hecho caso omiso a los exhortos de Estados Unidos para que deje el poder, y a una nueva ronda de sanciones contra él y sus principales aliados. Ello sugiere que la creciente presión internacional no llevará al final de la represión.

Los nuevos hechos violentos ocurrieron pese a que un día antes, el presidente estadounidense Barack Obama pidió que Assad llevara a su país hacia la democracia o "se quitara de en medio".

La agencia oficial de noticias de Siria señaló que la declaración de Obama representó una "incitación" a más violencia.

En Caracas, el presidente venezolano Hugo Chávez se solidarizó el viernes con su colega Assad, y afirmó que las recientes protestas en ese país árabe son parte de una arremetida fascista en su contra.

"He hablado hace unos minutos con el Presidente Sirio, nuestro hermano Bashar. Siria es víctima de una arremetida fascista. Dios Ayude a Siria!!", dijo Chávez a través de su cuenta en la red social Twitter.

Según los organizadores, hubo el viernes protestas en el puerto de Banias, frente al Mediterráneo, la ciudad de Hama, centro del país, y la ciudad costera de Latakia.

La semana pasada, los arrestos masivos y la presencia de las fuerzas de seguridad redujeron las multitudes de opositores en las calles, lo que pareció una señal de que la campaña de intimidación empezaba a tener éxito. Pero las marchas del viernes parecían indicar que las fuerzas de oposición se reagrupaban.

Rami Abdul-Rahman, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, dijo que las protestas del viernes fueron más amplias y concurridas que las de hace una semana.

El activista Mustafa Osso dio a conocer la cifra de muertos del viernes, que incluyó a seis en Homs, incluido el menor; seis en la aldea sureña de Sanamein; dos en Daraya, un suburbio de Damasco, y tres en Boukamal, cerca de la frontera con Irak.

FUENTE:http://noticias.aollatino.com

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